Ir al contenido principal

'CARPE DIEM': PROFESOR KEATING EN LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS

Carpe Diem” para que no pierdan lo que no podrán volver a recuperar: “El Tiempo”. Es decir no pierdas el tiempo que es oro, pues no se puede permitir que la vida pase sin vivirla.

Dicha expresión es utilizada por el profesor Keating (Robin Williams)con sus estudiantes  en la película La Sociedad de los Poetas Muertos, buscando una reflexión, planteando que no se debe renunciar a los sueños y que por el contrario hay que luchar con esfuerzo por la consecución de dichas metas o deseos, defendiendo siempre el derecho por decir y hacer lo que cada uno estime conveniente. Y en este sentido, el docente hace un aporte en un intento por 'humanizar la educación'. Tomado de clase2punto0.com

Comentarios

Entradas más populares de este blog

ÍNDICES NARRATIVOS

Tomado de: La muerte del relato metafísico. Profesor Rodrigo Argüello Guzmán Tenues Psicología Índices aparentemente insignificantes o poco notables dentro de cualquier narración. Dan información sutil y explícita de los personajes. A través de índices tenues se puede mostrar toda la carga semántica de la soledad, la incomunicación, la desconfianza. Estatus Ideología Carga biográfica Tenues Pueden estar dados por paneos descriptivos o por paneos o gran plano general. Gestualidad. Indican clima. Indican climax. Descripción del objetos. Descripción de vestuario. E mbrionarios Se dan cuando al principio del relato se presenta una unidad con intención explícita para luego integrarse y madurar más adelante en su correlato. Los índices embrionarios obedecen al acto de atar cabos, que, en la vida cotidiana, se puedn dar por un acto milagroso o por un acto de asociación intencional.

Todos con todos. Una noche en un bar swinger.

Por: Jhon Edward Osorio Rodríguez Por invitación de ‘el pitu’, un viejo conocido de la cuadra, accedí aquel sábado a la petición de ir a conocer su nuevo negocio.  Era un sitio bien oculto a pocas cuadras del centro de la ciudad, desde afuera parecía imposible saber que adentro había un bar, no había publicidad, portero, ni música que perturbara a los vecinos, parecía más bien una casa de familia. Llegué a eso de las 10 pm, saludé al anfitrión, éste me presentó a su esposa, una rubia bastante joven y hermosa; ambos estaban en ropa interior. Cuando subimos por las escaleras, “el pitu” abrió una puerta y accedimos al sitio, era algo totalmente diferente a lo que desde afuera se veía. Música electrónica algo suave, un juego de sofás bastantes cómodos, las paredes bien decoradas y cuatro parejas que en ropa interior conversaban mientras bebían algo de licor. Me contó que le estaba yendo muy bien en su negocio y que todo era gracias a “el ángel San Antonio”, a quien tenía